
Escucho los garabatos que ella posa en mi piel
y tiemblo sordo y cada vez más sordo
imitando a la araña que quiere construir palacios
con polvo, con arena, con la garganta seca
Escucho las voces menos ciertas de la tierra
y tiemblo sordo y ya casi más que sordo
mientras relatan cómo ella construye retratos
de mí mismo, pero a partir de mis monstruos
Escucho partes de partes y ella es un todo
y tiemblo sordo y ya tan sordo que creo escucharme
en la caverna que soy, donde su voz es ley
y donde las hadas tienen alas de alambre
Escucho los garabatos que ella tan dulce y agriamente
ha tejido para mí, y hasta la araña se espanta
de lo incierto de mi fe y de lo cierto de su existencia
y tiemblo sordo y ya tan monstruosamente sordo...
que soy un vómito de oídos en ella desparramado
y tiemblo sordo y cada vez más sordo
imitando a la araña que quiere construir palacios
con polvo, con arena, con la garganta seca
Escucho las voces menos ciertas de la tierra
y tiemblo sordo y ya casi más que sordo
mientras relatan cómo ella construye retratos
de mí mismo, pero a partir de mis monstruos
Escucho partes de partes y ella es un todo
y tiemblo sordo y ya tan sordo que creo escucharme
en la caverna que soy, donde su voz es ley
y donde las hadas tienen alas de alambre
Escucho los garabatos que ella tan dulce y agriamente
ha tejido para mí, y hasta la araña se espanta
de lo incierto de mi fe y de lo cierto de su existencia
y tiemblo sordo y ya tan monstruosamente sordo...
que soy un vómito de oídos en ella desparramado
- L. Revol -
No hay comentarios:
Publicar un comentario